De origen árabe del siglo XII, fue parcialmente destruido a mediados del siglo XV por Ramirez de Guzmán, apodado «Carne de Cabra», que se erigió maestre de Calatrava y se hizo dueño, a la fuerza, de Zorita, Almoguera y otros fuertes enclaves de la Orden. En esta villa, al retirarse vencido, desmanteló su antigua fortaleza, sin que se volviera a levantar.
En 1998 fue rehabilitado.