Está situado en la parte norte de Molina de Aragón, provincia de Guadalajara. Ocupa un altozano, circundado por montes y mucho más altos.
El núcleo urbano está rodeado por tierras de labor y a continuación de estas se encuentra el monte y las sabinas. Cuenta con uno de los sabinares más bonitos de Castilla.
La topografía del terreno es bastante irregular, con muchas ondulaciones, lomas, cerros y llanos, su hipsometría es muy variada.
Forma parte de la Cordillera Ibérica, con su vertiente o cuenca del Ebro.

En la actualidad el ayuntamiento está en Tartanedo, allí se tramitan
todos los temas municipales.

La Iglesia parroquial justo en centro del pueblo, es lo más relevante.
Data de 1778, año de su inauguración.

Las fiestas patronales son en honor de San Martín Obispo, 11 de noviembre, actualmente trasladada al primer sábado de agosto.
Existen además otras fiestas votivas como San Antonio y Santa Bárbara.

Una costumbre ancestral que todavía perdura es: Bendecir los campos.
Los primeros días de mayo se hace una romería a la ermita de Santa
Bárbara es el punto más alto del municipio, desde allí se divisa casi todo el municipio, se celebra La Santa Misa y se bendicen los campos.
Despues una comida de hermandad.
Desde este punto se divisa una inmensidad de tierras de Castilla León
y de Aragón.

Segun la tradición, este pueblo fue fundado por unos pastores hace menos de tres siglos, la inmensa mayoría de las tierras pertenecían al Marqués de Mochales. Existía un edificio que se llamaba el palacio del Marqués. A finales del siglo 19 fueron compradas al referido Marqués sus últimas propiedades por los vecinos de Amayas.
Dicen que la palabra "Amayas" procede del vasco y significa "arriba".