AMAYAS
CRÓNICA, DIARIO DE NUEVA ALCARRIA, vierens, 17/10/2008 pág. 28.
AMADOR MARCO GRAN ARTESANO DE LA VILLA.
Este hijo del pueblo moldea la madera hasta darle la forma que desea en sus obras.
Es una oportunidad visitar a las personas del pueblo de Amayas. Es la Iglesia la plaza de Pascual Pérez, adornada por sus geranios y flores, sus recuerdos de las piedras de molino y su aposento del recuerdo de madera y sus procesiones.
Pero hay que agradecerle al buen hijo de Amayas Amador Marco Romero su atención y amabilidad que prestó el día de la fiesta de San Martín, que se celebra en los primeros días de agosto. Allí en la plaza tiene su casa y al saludarle sorprende la gran habilidd de sus manos e imaginación de artista que sabe darle figura a cuanto él se propone. Amador, con su semblante alegre, nos muestra sus obras. Es la madera, es el hombre, que se compenetran y hablan, los que hemos tenido la oprotunidad quedamos admirados de su exposión familiar, tan familiar que Amador no se da la menor importancia de sus obras.
Amador cada día tiene su espacio para jugar a las cartas, un momento que comparte con sus amigos y principalmente de Villel de Mesa. Y precisamente en el bar" El Chato", tiene una de sus obras que forma parte de la decoración del salón.
CRÓNICA, DIARIO DE NUEVA ALCARRIA, vierens, 17/10/2008 pág. 28.
AMADOR MARCO GRAN ARTESANO DE LA VILLA.
Este hijo del pueblo moldea la madera hasta darle la forma que desea en sus obras.
Es una oportunidad visitar a las personas del pueblo de Amayas. Es la Iglesia la plaza de Pascual Pérez, adornada por sus geranios y flores, sus recuerdos de las piedras de molino y su aposento del recuerdo de madera y sus procesiones.
Pero hay que agradecerle al buen hijo de Amayas Amador Marco Romero su atención y amabilidad que prestó el día de la fiesta de San Martín, que se celebra en los primeros días de agosto. Allí en la plaza tiene su casa y al saludarle sorprende la gran habilidd de sus manos e imaginación de artista que sabe darle figura a cuanto él se propone. Amador, con su semblante alegre, nos muestra sus obras. Es la madera, es el hombre, que se compenetran y hablan, los que hemos tenido la oprotunidad quedamos admirados de su exposión familiar, tan familiar que Amador no se da la menor importancia de sus obras.
Amador cada día tiene su espacio para jugar a las cartas, un momento que comparte con sus amigos y principalmente de Villel de Mesa. Y precisamente en el bar" El Chato", tiene una de sus obras que forma parte de la decoración del salón.