El hombre que vendió la miel a Emma Cohen, murió hace un par de años. Su casa es la de la puerta verde que se ve a la izquierda de la foto. Por cierto, en el texto le nombra como "Juanito" y la verdad es que a pesar de ser Juan su nombre de pila, nadie le llamaba así; todo el mundo le llamaba "Juanillo". Es de suponer que a la autora este diminutivo quizá le parecia ofensivo y decidió cambiarlo. En esa época Emma Cohen y Fernando Fernan-Gomez nos visitaron varias veces, incluso compraron una casa y pidieron presupuesto para repararla pero por lo que se ve han debido pensarlo mejor ya que no han vuelto a dar señales de vida (la casa sigue siendo suya).