Segunda parte del ejercio: Ponerme a repasar, casa por casa a todas las personas que conocí durante mis doce años de vida en Armallones.Resultado: DOSCIENTAS DOCE PERSONAS. Fué muy gratificante "ver" el rostro de todas esas personas, algunas ya desaparecidas hace años. No obstante al final, uno no puede evitar una tremenda sensación de tristeza comprobando la velocidad a la que pasa el tiempo. No quiero aburrir a nadie, me despido. SALUDOS.