Es incrieble. Con lo repulsiva que me resultaba esta comida cuando niño, y ahora me parece un manjar exquisito. Supongo que tendrá que ver el hecho de comerlas practicamente de año en año pero aun así no deja de parecerme curioso. Es mas, lo comento con personas de mi generacion y salvo raras excepciones, les pasa lo mismo.