La localidad, que tiene el título de villa y que gozó de una notable importancia durante la Edad Media, experimentó un declive a partir del siglo xv. Geografía urbana: Tuvo gran esplendor en la Edad Media, lo que se refleja en su casco urbano. La villa se levanta en la ladera de un cerro, resultando un entramado de
calles en cuesta; en la cima del cerro destaca la silueta del viejo
castillo de
Atienza. La villa así configurada resultaba fácilmente defendible en otras épocas.
Fuertemente amurallada, las
murallas delimitaron la expansión de muchos de sus
barrios. No obstante, también se construyeron arrabales, como el de Portacaballos, en la ladera sur del cerro.
El casco urbano gira en torno a sus dos
plazas más importantes: la de
España (en donde se conserva el
Ayuntamiento y la
casa natal de Juan Bravo) y la del Trigo o de Don Bruno Pascual Ruilópez (con la
iglesia de
San Juan y la Casa del Cabildo), ambas bellamente asoportaladas. Estas dos plazas están separadas por el
arco de San Juan o de Arrebatacapas.