La devoción a esta
Virgen tiene su origen remotísimo, nacido en los tiempos
medievales en los que tantas imágenes se «aparecían», cuando en realidad lo que ocurría es que se encontraba alguna talla escondida anteriormente, por miedo a las invasiones árabes, entre algunas
rocas o zarzas. Dice la leyenda, en este caso de
Barbatona, que la Virgen se apareció a un pastor entre las ramas de un
pino, y así las gentes de la región indicaban un
árbol ya viejo y desgastado con el nombre del «Pino de la Virgen». El hecho es que la talla de María pertenece a la baja Edad Media, posiblemente del siglo XIII. Se hacen dos Marchas a Barbatona, desde
Sigüenza: son los primeros domingos de mayo y de septiembre. Acuden miles de personas, con gran devoción, oyendo misa en la explanada, y visitando luego todos el templo y el camarín. Antiguamente, la profusión de exvotos y cuadros votivos (http://aache. com/el-
santuario-de-barbatona/ )