Realizado en
piedra labrada de toba, muy blanda a la hora de tallarla, pero de endurecimiento progresivo con el paso del tiempo. Según las
señales que dejaron los canteros, se deduce que fue construido por los cristianos, porque frecuentemente aparecen la
cruz, el aspa o la cruz de
San Andrés.
Este
arco es emblema de
Brihuega y uno de los más esbeltos de toda la provincia.