En el interior cuenta con tres naves, la central más alta, separadas entre sí por cinco
arcos sostenidos por esbeltas
columnas, con extraordinarios
capiteles florales. El presbiterio es rectangular y el
ábside semicircular, cubierto con una
cúpula de cuatro esferas. De su antigua ornamentación conserva dos
pilas de
agua bendita, una muy antigua y otra de factura clásica. También cuenta con una esplendorosa
pila bautismal.