"El que ha nacido por segunda vez representa un manantial viviente del que fluye un agua pura y en cuyas riberas vienen a instalarse plantas, animales, hombres, toda una civilización. Su religión es la verdadera religión del amor divino y de la sabiduría divina. Todo el universo es para él el verdadero templo de Dios, cuyo gran sacerdote es el sol, y los astros las lamparillas. El que ha nacido por segunda vez consigue abrir y liberar en sí mismo todos los canales sutiles a fin de absorber las corrientes celestiales. Representa el prisma perfecto que distribuye las siete fuerzas benéficas en todo su ser y las proyecta para el bien de todos los que están a su alrededor. Sabe utilizar el poder del fuego sobre el agua. Estudia la verdadera alquimia, la verdadera astrología, y la verdadera Cábala que se encuentran, primeramente, en él mismo. Está atento a todos sus gestos y a todos los movimientos que hace con la cara o con el cuerpo. Vigila todas sus palabras con el fin de convertirse en un verdadero mago blanco.
El hombre que ha nacido por segunda vez entiende la lección de las abejas que son un magnífico ejemplo de sociedad superior y saben preparar la miel: trabaja para que la idea de la fraternidad universal se extienda sobre la tierra y aprende a elaborar su propia miel espiritual.".
El hombre que ha nacido por segunda vez entiende la lección de las abejas que son un magnífico ejemplo de sociedad superior y saben preparar la miel: trabaja para que la idea de la fraternidad universal se extienda sobre la tierra y aprende a elaborar su propia miel espiritual.".