
Tras la reconquista de la comarca del Ducado,
Canredondo quedó comprendido en calidad de aldea, en el Común de Villa y Tierra de Medinaceli, pasando más tarde al señorío de la
familia La Cerda, duques de Medinaceli, en la que siguió hasta el siglo XIX, fecha en
que éste vendió las tierras a la Sociedad de
Montes de Canredondo.