Hasta hace escasamente 10 años, El Casar era un pueblo de campo con unos 2000 habitantes. Ahora es un cúmulo de urbanizaciones con parcelas pequeñas y calles estrechas en las que es dificil circular y aparcar. El casco urbano histórico no ha sido convenientemente readaptado a las nuevas necesidades de servicios y se colapsa a diario en las anárquicas zonas de comerciales y de servicios, que no cuentan con viales ni aparcamientos adecuados. Donde antes se levantaba un chalet con mil y pico metros de parcela ahora hay un supermercado grande y veinte o treinta locales comerciales, sin aparcamientos suficientes ni calles capaces, todo rodeado de más chalets. Calles con más de 100 años de historia están viendo cambiar su arquitectura de cercas y casas bajas de pueblo por modernos edificios de tres alturas de apartamentos y pisos pequeños. El efecto colmena es devastador. Por un extremo la entrada al pueblo a través de la M-117 se colapsa por efecto de dos ferreterías industriales recien montadas a pie de carretera sin previsión de lugares donde parar y aparcar. En el otro extremo, la travesía de la no-320 está cada día más complicada y en breve van a entregar los primeros adosados con salida de la vivienda directamente a pie de carretera nacional. Todo un despropósito. Eso si, hacen unos jardincitos y unas aceras de lo más mono en la calle principal para consuelo de quien pase por alli casualmente.