Aldea típicamente castellana con
edificios de
piedra vista areniscosa y rojiza.
A escasos 200 m del casco urbano, se halla la
fuente-manantial de la que mana una de las
aguas más preciadas de la comarca.
Parajes naturales: bosques de
pinares, chaparros o robles, y arboledas de chopos y olmos. Los
campos de cultivo se dedican al cereal.