Peregrinación a la
ermita de la
Virgen de la Carrasca,
costumbre mantenida, pero con la pérdida de significado en su mayor parte. Transformándose en una pequeña misa, en la que participan los más ancianos, quedándose fuera de la bella el resto de los visitantes. Participando eso sí, en un pequeño picnic en la explanada. Haciendo ya años, que no se disfruta de
música de la tierra y un pequeño
baile en el lugar.
Paseos por los lugares emblemáticos: a la
Fuente, siendo el lugar tal vez más bello del
pueblo, gracias a su frondosidad, a sus
aguas subterráneas, y a su fuente tradicional. Con una mesa de peidra y bancos, para realizar desde pequeños picnics a
comidas de grupo o familiares.