Aquí no están en cuestión ni el honor de los Cezones, ni las heridas del Ave Fénix, ni la satisfacció del ego particular de ningún cantamañanas. Aquí lo que está en cuestión es el desarrollo sostenible de una comarca que será imposible si se llegase a poner en marcha la cantera con su rosario de efectos nocivos (polvos, ruidos, residuos, alteraciones geológicas, migración de fauna, expolio de cultivos y vegetación, etc...). Así que más nos vale a todos ponernos a trabajar de forma efectiva en una sola dirección y prescindir de personalismos, porque cuando nuestros pueblos se hayan convertido en páramos desérticos por los efectos de la cantera, entonces ya no habrá oportunidad de fanfarronear con blasones inexistentes, zarpazos traidores, y noblezas mancilladas. Además, estaría bueno que el que alguien tuviese que ir a prisión dependiendo de que un lunático le toque la primitiva . Así que, por decirlo brevemente, dejemos de tocar las narices, y pongámonos a lo importante.