Ya no dan mucho fresco los prados, ya no hay arroyos, ni la reguera que recorria todo el pueblo, empezando por el pilar y acabando en los prados, precisamente. El cuerpo se te alegra a ti y a todos los que vamos al pueblo, en las carrasquillas y sobre todo en verano ya se respira el fresco de los prados. "Las carrasquillas", que se me alegra el cuerpo cuando llego alli.