¡Qué maravilla nuestro Teleclub! Y cuánto puedo presumir de haber vivido aquí, aprendiendo a defenderme en tiempos que habrían de venir sin saber que cuando ya no estuvierais, yo podría sola. Algunos ignorantes pensaron que yo era un pasto fácil y no sabían que detrás de mi había una pequeña ciudad, donde que viví los valores, uno a uno, con que dar muchos ejemplos. Pequeño gran pueblo, sin más afán que cobijarnos y darnos una primera oportunidad de convivencia, de enseñanzas vivas basadas en el ejemplo, en un pequeño pueblo donde por fin me dieron mi cartilla de escolaridad, reflejando mi punto de partida, Ablanque.