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La derecha española tiene una gran losa sobre sus espaldas, y son los 150.000 fusilados por el régimen franquista tras ganar la guerra. La acción represora se programó de forma premeditada y pormenorizada, siendo los delitos en algunas ocasiones el pertenecer a un sindicato, leer un períodico o no ir a misa. También se produjeron muchas contravenganzas contra familias enteras por viejas rencillas de antes de la guerra y las producidas durante la guerra. Es normal que la derecha quiera enterrar el pasado lo más prontamente posible, pues no tiene justificación ante el resto de la sociedad (centro, izquierda y sectores apolíticos). Si verdaderamente quisieran salir libres y sin condena, deberían iniciar un juicio histórico al franquismo y regenerarse como derecha moderna, algo a día de hoy harto imposible, viendo el atrincheramiento de los Acebes, Botella, Zaplana y demás sectores tardíofranquistas del partido. Esto no quita que dentro del aparato existan personas valiosas como personajes representantes de una derecha moderna, como Rodrigo Rato, Pimentel, José Piqué o Ruiz Gallardon. La escisión a medio plazo está servida...