Quisiera precisar por un error de definición en mi escrito anterior que no he estado en combate real en mi vida, pero sí recibí hace muchos años (1980-1983) formación militar en una unidad de élite y he participado en maniobras y simulaciones de este tipo combates, además de leer numerosa literatura sobre el arte de la guerra, pero también sobre su ética, sus consecuencias y el perverso poder de la industria armamentística sobre algunos gobiernos y organismos internacionales.
Ni firmo.
Ni firmo.