Cogolludo, 1810.
Al volver la vista atrás, a lo lejos, el resplandor de las llamas recorta la silueta de Cogolludo en la oscura
noche. Hostigado por las tropas francesas bajo el mando del General Hugo, Juan Martín, El Empecinado, se bate en retirada junto a sus hombres, dispuesto a devolver cuanto antes el golpe a los franceses.
Sólo unas pocas horas antes, qué distinto era todo…
Cogolludo engalanado celebraba su
mercado en la
Plaza Mayor, presidida por el imponente
Palacio de los Duques
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