María Diega Desmaissières y Sevillano, nacida en
Madrid en 1852 y fallecida en Burdeos en 1916. Perteneciente a una noble
familia poseedora de numerosos títulos aristocráticos y de una inmensa fortuna material, que ella destinó en buena medida a la fundación de centros benéficos en diversos lugares de
España. Permaneció siempre soltera y falleció de forma inesperada sin haber realizado testamento, por lo que, parte de su fortuna, quedó en poder del Estado francés, y otra parte en poder de la Congregación de Religiosas Adoratrices y del Estado español.