Alli , entre el campanario y la casa del tejado rojo , si miras bien y fijamente , puedes llegar a ver a j. Diego.p. Tomando la sombra de las tardes alcarreñas.
Al cual dedicamos un poema:
Ay torcaz de mi vida
Ay torcaz de mi corazon,
No le pegueis al muchacho
Que a aparecido el fatax.
Al cual dedicamos un poema:
Ay torcaz de mi vida
Ay torcaz de mi corazon,
No le pegueis al muchacho
Que a aparecido el fatax.