A pesar de la restauración moderna del
pueblo, en una época en la que era más importante acabar con el hambre que preservar el
arte,
Hita es un lugar muy agradable para vivir; se domina un vastísimo panorama de
campos y
montes, por la
noche se ven todas las estrellas del firmamento sin ninguna limitación, el clima es suave tanto en
verano como en
invierno. Y para colmo está a solo una hora de
Madrid.