Un monasterio que ocupó la parte más llana y ancha del valle del río Badiel, en plena Alcarria, alcanza ahora, en renovada vivencia, su sexta aacheción. Unos monjes (Miguel Antonio y Juan Carlos, toledano el primero, guipuzcoano el segundo) benedictinos que proceden de Leyre, están moviéndose para levantar en aquel lugar de paz y serenidad una nueva bandera benedictina: muchas coincidencias se han sucedido, en los dos últimos años, para llegar a lo que ahora existe, y se están poniendo las bases que entregarán a aquel entorno el ancestral sabor que siempre tuvo: el de un lugar de oración, de acogida, de hospedaje, de tolerancia, de cultura y sabiduría, que tanto necesita nuestro mundo de hoy
[GoogleBarVIP= 2].
[GoogleBarVIP= 2].