MARTES 12 DE JULIO DE 2011
El
lavadero de
Iriépal
Acaba de aparecer un librito que conmemora, historiándolo, el Lavadero de Iriépal. Algo sencillo y tierno, una
historia doméstica y mínima elevada a la categoría de ejemplar. Porque lo es: un
edificio de utilidad pública, hecho para que lavar la ropa en el arroyo no le supusiera un enorme sacrificio a las mujeres de un
pueblo de la Alcarria hace cien años, que después de cumplir su misión, y abocado como tantos otros
edificios inútiles a la desaparición y la
ruina, fue articulado (restaurado, limpio y peinado) por el
Ayuntamiento capitalino (cuando Bris Gallego tenía la vara del municipio) y dejado como un Centro Social resplandeciente que hoy sigue usándose como tal.
Cien años después de su construcción, el Ayuntamiento ha apoyado un libro que hace historia del edificio y del personaje que con su dinero lo construyó. Don José
Santa María de Hita a quien pocos conocían hasta ahora, probo y sencillo ciudadano que dejó sus dineros para la creación de fundaciones que supusieran mejorar las condiciones de vida de sus conciudadanos. Con unos pocos de miles de pesetas (como aquel que dice, con unos cuantos cientos de euros de hoy en día) se levantó este edificio, bien trazado, útil y bonito.
Ha sido Marta
Córdoba Cuadrado la investigadora que se ha encargado de darnos la memoria del personaje y del edificio. En breves páginas, acompañadas de algunos planos, de documentos y alguna
foto antigua, se nos posibilita saber algo más de tan simpático y mínimo lugar: el Lavadero de Iriépal, que con todo esto (centenario, libro, simpatía) entra de lleno en el catálogo
monumental de nuestra tierra. Ojalá dure así muchos cientos de años más.
CARMELITAS DESCALZAS DE IRIÉPAL
BREVE HISTORIA
La Orden de las Carmelitas Descalzas de la Orden de la Beatísima
Virgen María del
Monte Carmelo nace el 24 de agosto de 1562, cuando Santa Teresa de Jesús funda en
Ávila el primer
Monasterio reformado, al que da el nombre de
San José.
Su carisma es la Vida Contemplativa.
Celebran la
fiesta de su fundadora, Santa Teresa de Jesús, el 15 de octubre, y de sus Patronos: la Inmaculada concepción, el 8 de diciembre, San Juan de la
Cruz, el 14 de diciembre, y la Virgen del Carmen, el 16 de julio.
Con toda solemnidad se celebra, así mismo, el 19 de Marzo a San José, tal y como lo quiso Sta. Teresa de Jesús. Además, el 5 de Agosto conmemoran una Fiesta casera, muy querida en la Diócesis cuando el Monasterio se hallaba en
Guadalajara: Nuestra Señora de la
Fuente de la Salud. Se trata de un lienzo antiquísimo, posiblemente del siglo XV, al que se le atribuyen numerosos milagros y favores. En la capital se celebraba con gran Solemnidad su fiesta, y los devotos se acercaban al torno de las monjas a pedir el
agua del
pozo, que se encontraba en la
ermita de dicha Virgen (dentro del recinto monacal). En la actualidad, la devoción es del todo casera y pocos la conocen, pero la Santísima Virgen sigue favoreciendo a sus devotos con gracias incontables.
PRESENCIA EN LA DIÓCESIS
Llegaron a nuestra diócesis el 6 de enero de 1591, donde fundaron el Monasterio de Ntra. Sra. de las
Vírgenes en la ciudad de Guadalajara, por petición expresa del Obispo Monseñor García de Loaysa, a la santa fundadora en su viaje hacia Alba de Tormes, donde entregó su alma al Señor. Se traslado la Comunidad a Iriépal en 1976, donde se dijo la primera Misa el 24 de Septiembre, día de Nuestra Señora de la Merced, pues el antiguo
Palacio de los Condes de Priego, donde residían en la capital, había sido saqueado y destruido por las bombas en la guerra del 1936. Aunque se intentó rehabilitar de nuevo sus condiciones quedaron muy reducidas y las edificaciones que se fueron haciendo impedían no poco la vida monacal, que exige silencio y soledad, lo cual encontraron muy a propósito en el pequeño y precioso Iriépal.
Pertenece esta Comunidad a la Asociación de Santa Teresa, desde su fundación por Santa Mª Maravillas de Jesús, guardando la Regla y Constituciones aprobadas por Su Santidad, el Bto. Juan Pablo II el 8 de Diciembre de 1990.
CAMPO DE MISIÓN EN LA DIÓCESIS
Orientado a la contemplación en soledad y oración, las monjas Carmelitas viven en obsequio de Jesucristo, al servicio de la
Iglesia, para la santificación de los Sacerdotes y la salvación de todas las almas. El culto especial a la virgen del Monte Carmelo son sus señas de identidad, pues los miembros de la Comunidad intentan asemejar sus vidas lo más posible a la de la Santísima Virgen, haciendo de su
Convento otro pequeño Nazaret, donde se practiquen y vivan las virtudes domésticas de la Sagrada
Familia.
SUS TRABAJOS MANUALES
Su trabajo remunerado principal es la elaboración del
pan para ser consagrado en la Santa Misa.
Por encargo también han
bordado mantos, sábanas, manteles, etc. También son famosos en la comarca y fuera de ella los Belenes en fieltro y distintos motivos, tanto navideños como folclóricos, también en fieltro, de gran belleza y originalidad.