Majestuoso, soberano, inmenso. Estuve casi una hora contemplandolo despacio. Me eché a su sombra un buen rato de siesta, leí un par de poemas de Machado, esbocé unos trazos con el carboncillo y recé un "padrenuestro" confiadamente cobijado a la sombra del Altísimo, bajo sus alas protegido.
Tengo que volver un día de estos y sin tardar.
Silveriomb. El gran roble del pueblo, en el cual desde antaño se han reunido y celebrado todas las fiestas del pequeño pueblo. Esta zona es muy propicia para el crecimiento de estos magníficos árboles, además de fresnos, manzanos y árboles que resisten el frío y necesitan humedad.