Fue construida a finales del siglo XII o principios del XIII y reformada en los siglos XVI, XVII y XIX. El presbiterio, recto y sobreelevado, el
ábside semicircular y la
espadaña están realizados en sillería, a diferencia del resto del
edificio, que es de mampostería y con sillar en las
esquinas.
El edificio fue ampliado creando en la
fachada sur varios cuerpos en cuyo exterior destacan los
canecillos de la cornisa, procedentes de la nave central original y decorados con motivos antropomórficos, zoomórficos, aristas, tallos, modillones, bolas, hojas de acanto...
Por dicha fachada sur se accede a una interesante
portada románica abocinada, oculta bajo el portal cerrado que la priva de su bella perspectiva. Llama la atención la decoración labrada en sus cinco arquivoltas semicirculares y en los
capiteles de las
columnas que las sustentan. Destaca también, por su gran belleza, el ábside.
LA ESPADAÑA
En la fachada oeste se levanta la actual espadaña, que fue construida en el siglo XVII y consta de tres cuerpos.
La primitiva espadaña románica tenía una peculiar disposición. Se hallaba situada sobre el
arco triunfal que da paso al presbiterio y, apoyada en él, surgía por encima del templo. Se trató de una situación excepcional ya que las
espadañas, tradicionalmente, se encuentran a los pies de las
iglesias.