Lamentablemente las horas de trabajo y de esfuerzos que sufrieron mis antepasados de
La Vereda,
Matallana y
El Vado para, no sólo construir esa maravillosa
arquitectura popular, sino VIVIR en ese entorno tan difícil, no les valió de nada ante la expropiación forzosa de sus
casas y tierras que realizó ICONA.
Saludos a todos esos naturales y descendientes de La Vereda, Matallana y El Vado, y a la Asociación Cultural Hijos de La Vereda, que sirva para mantenernos unidos en nuestro particular "éxodo".