APOLINAR MORENO GARCíA
Nacido a fines del siglo XIX, ha sido el último gran "albañil" de La Vereda. Albañil, arquitecto y artesano, fue, con la ayuda de los vecinos, el constructor de la Casa del Secretari y de la ampliación de la Casa de Villa de La Vereda cuando desaparece la Casa de Villa de El Vado por la construcción del pantano y se traslada el Ayuntamiento a La Vereda a fines de los años 20.
Construyó con la ayuda de sus hijos (Jerónimo, Francisco, Anastasia, Alejandra y Tomasa)la Casa de las Salegas, junto a las eras del mismo nombre; y la llamada Casa de los Balcones (en realidad dos casas adosadas), edificación de dos plantas y "cámbara", con su balconada única en La Vereda. Asímismo participó junto con su hermano Gregorio en el arreglo y la construcción de diversas casas en La Vereda, Matallana, Almiruete, El Atazar, y en general en toda la zona de "arquitectura negra". Muere a principios de los años 60, antes de la expropiación forzosa y de la obligada emigración; y es enterrado en el nuevo cementerio de La Vereda, ahora convertido en un jaral impenetrable.Recuerdo suyo son las diversas inscripciones en planchas de pizarra encajadas en los muros de sus edificios, así como las hiladas de piedra blanca de la Casa de los Balcones que forman sus iniciales: APM.
Nacido a fines del siglo XIX, ha sido el último gran "albañil" de La Vereda. Albañil, arquitecto y artesano, fue, con la ayuda de los vecinos, el constructor de la Casa del Secretari y de la ampliación de la Casa de Villa de La Vereda cuando desaparece la Casa de Villa de El Vado por la construcción del pantano y se traslada el Ayuntamiento a La Vereda a fines de los años 20.
Construyó con la ayuda de sus hijos (Jerónimo, Francisco, Anastasia, Alejandra y Tomasa)la Casa de las Salegas, junto a las eras del mismo nombre; y la llamada Casa de los Balcones (en realidad dos casas adosadas), edificación de dos plantas y "cámbara", con su balconada única en La Vereda. Asímismo participó junto con su hermano Gregorio en el arreglo y la construcción de diversas casas en La Vereda, Matallana, Almiruete, El Atazar, y en general en toda la zona de "arquitectura negra". Muere a principios de los años 60, antes de la expropiación forzosa y de la obligada emigración; y es enterrado en el nuevo cementerio de La Vereda, ahora convertido en un jaral impenetrable.Recuerdo suyo son las diversas inscripciones en planchas de pizarra encajadas en los muros de sus edificios, así como las hiladas de piedra blanca de la Casa de los Balcones que forman sus iniciales: APM.