Quiero desde aquí dar las gracias a las personas que viven en el
pueblo durante todo el año, que son pocas pero imprescindibles para cuidarlo todo, para vigilar sus
casas cerradas, para regar sus
flores y
árboles, para mantenerlo limpio, sin averías de
agua, de luz...
Es de agradecer a la pedanía de
Lebrancón que a pesar de tener poquísimos vecinos y recursos, va haciendo mejoras que podemos disfrutar cuando vamos.
¡¡¡Enhorabuena, vosotros sois los más lebranconeros!!!