En
Maranchón existen una serie de
monumentos, cada uno con su correspondiente
historia; Por un lado está La
Ermita de la
Virgen de los Olmos, patrona de Maranchón,
edificio situado encima de una pequeña
montaña, con un amplio
jardín que rodea al edificio lleno de olmos,
castaños, zonas de descanso y lápidas en los muros que rodean y protegen el
monumento. Posee su correspondiente
torre de
campanario cuyas
campanas, tres son en total, se voltean el 8 de Septiembre durante la
noche de la patrona. En su interior se encuentra la talla de la Virgen de los Olmos en un gran
altar y tras este la sacristía. En el lado opuesto al altar, se sitúa el
coro, donde se haya un
órgano de comienzos del siglo XX.
Por otro lado está la
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, se sitúa cerca del centro del
pueblo, con su propio jardín donde se festeja en
Semana Santa la quema del Judas. Tiene en su interior un Órgano antiquísimo (comienzos del XIX) y tiene una única torre de gran envergadura con dos campanas.
Plaza de toros, es otro gran monumento de Maranchón, es la segunda de la provincia, donde se hace la corrida de toros en las
fiestas donde vienen los vecinos de los
pueblos que nos rodean, también es usada para otras actividades como el festival de de
música Maranrock en pleno mes de agosto y otras actividades hechas por los jóvenes de la Asociación Cultural La Migaña, como campamentos o
excursiones entre otras.
La Torre del
Reloj, adosada al edificio del
Ayuntamiento, con una altura de 32 metros, en cuyo final está el Reloj característico de la provincia por su forma cuadrangular estirada, que tiene en cada una de sus cuatro caras una esfera mirando a cada uno de los puntos cardinales, su
color es rojizo y tiene una amplia
campana golpeada por un martillo dando así las horas.
En la plaza del ayuntamiento se instaló recientemente un monumento
homenaje a los tratantes de mulas que dieron fama al pueblo.
Está también la
Fuente Vieja, una fuente hecha de grandes bloques de
piedra que proporciona
agua fresca de un manantial situado a unos kilómetros del pueblo, y con su
pilón de varios metros donde antiguamente se limpiaban las ropas que hoy día da cobijo a peces y agua a vencejos y golondrinas.
Con la creación del Geoparque de la comarca de Molina de
Aragón en el pueblo abrió el
Museo paleontológico 'El mirón' con fósiles de la zona y se ha instalado en la Alameda una
escultura que recuerda a las formaciones hexagonales características de la piedra aragonita.