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MOCHALES
MAS DE SETENTA FAMILIARES ACOMPAÑARON A LA PAREJA DURANTE SU CELEBRACIÓN
BODAS DE ORO MATRIMONIALES DE MANUELA BLASCO Y MANUEL DE VASCONCELOS
El 27 de agosto de 2003, los hijos del pueblo de Mochales vivieron un gran día de fiesta. Manuela Blasco y Manuel Vasconcelos, renovaban su consentimiento de amarse en el matrimonio, ante el altar de la iglesia de la parroquia de Nuestra Señora de los Remedios, al celebrar sus bodas de Oro.
La misa, oficiada por el párroco Enrique y José (primo de Manuela), fue anunciada por el volteo de campanas; con la misma ilusión que lo hicieron el 30 de agosto de 1953, en Masnou (Barcelona), el día de su boda. La puerta de la iglesia se abría al matrimonio. Sus miradas reflejaban el amor que ha ido creciendo, desde que se conocieron en aquella granja avícola, donde trabajaban juntos.
Más de setenta personas (hermanos, sobrinos y primos) acompañaron durante el día a la feliz pareja. De éstos, sólo dos primas habían estado en su boda en el año 1953. Esto hoy, cincuenta años después, cuando pueden estar rodeados de toda la familia y recibir cariño de los suyos que aquel año no pudieron ofrecerles, por su ausencia.
A la salida de la ceremonia religiosa, en la plaza les esperaba un tractor revestido y engalonado con ramas de árboles y cintas, ocupando un lugar preferencial Manuela y Manuel. A sus pies se podía leer y sentir "Recién recasados". Siguiendo el sonido y lento recorrido, pasaron por las principales calles, escoltados por los vehículos, cruzando la carretera y los puentes del rió Mesa, llegaron hasta el hotel El Molino, situado en el vecino pueblo de Villel.
La comida, preparada bajo la dirección de Luis Barambio, fue buenísima. Transcurrió distendida, llena de vivas, elogios y poemas para los protagonistas. Continuamos una fiesta-baile, improvisada, en la cafetería exterior del hotel, regresando a Mochales y en torno a ellos, nos rememoraron historias de aquellos tiempos.
MAS DE SETENTA FAMILIARES ACOMPAÑARON A LA PAREJA DURANTE SU CELEBRACIÓN
BODAS DE ORO MATRIMONIALES DE MANUELA BLASCO Y MANUEL DE VASCONCELOS
El 27 de agosto de 2003, los hijos del pueblo de Mochales vivieron un gran día de fiesta. Manuela Blasco y Manuel Vasconcelos, renovaban su consentimiento de amarse en el matrimonio, ante el altar de la iglesia de la parroquia de Nuestra Señora de los Remedios, al celebrar sus bodas de Oro.
La misa, oficiada por el párroco Enrique y José (primo de Manuela), fue anunciada por el volteo de campanas; con la misma ilusión que lo hicieron el 30 de agosto de 1953, en Masnou (Barcelona), el día de su boda. La puerta de la iglesia se abría al matrimonio. Sus miradas reflejaban el amor que ha ido creciendo, desde que se conocieron en aquella granja avícola, donde trabajaban juntos.
Más de setenta personas (hermanos, sobrinos y primos) acompañaron durante el día a la feliz pareja. De éstos, sólo dos primas habían estado en su boda en el año 1953. Esto hoy, cincuenta años después, cuando pueden estar rodeados de toda la familia y recibir cariño de los suyos que aquel año no pudieron ofrecerles, por su ausencia.
A la salida de la ceremonia religiosa, en la plaza les esperaba un tractor revestido y engalonado con ramas de árboles y cintas, ocupando un lugar preferencial Manuela y Manuel. A sus pies se podía leer y sentir "Recién recasados". Siguiendo el sonido y lento recorrido, pasaron por las principales calles, escoltados por los vehículos, cruzando la carretera y los puentes del rió Mesa, llegaron hasta el hotel El Molino, situado en el vecino pueblo de Villel.
La comida, preparada bajo la dirección de Luis Barambio, fue buenísima. Transcurrió distendida, llena de vivas, elogios y poemas para los protagonistas. Continuamos una fiesta-baile, improvisada, en la cafetería exterior del hotel, regresando a Mochales y en torno a ellos, nos rememoraron historias de aquellos tiempos.