El nombre de Palacio del Virrey de Manila suena tan bien, que siempre que paso por Molina de Aragón, acabo pasando por su puerta y leyendo la leyenda.
Y es que era la casa que se hizo construir Fernando de Valdés y Tamón cuando volvió a España, tras haber sido gobernador de las Islas Filipinas durante diez años, mira a donde fue a parar.