Iglesia de
San Gil
La existencia de la iglesia de
Santa María la Mayor de San Gil, más conocida como iglesia de San Gil, está documentada a finales del siglo XV, pero algunos historiadores creen que fue construida entre los siglos XII y XIII.
Molina está integrada en la comarca de Señorío de Molina-Alto Tajo, de la que ejerce de capital.
Se encuentra muy cercana al
parque natural del Alto Tajo, territorio con uno de los mayores conjuntos de cañones fluviales del interior peninsular.
De fundación árabe, sobre un asentamiento celtíbero, durante el periodo califal, la zona debió de estar muy poco poblada y sus habitantes habrían sido principalmente bereberes arabizados.
Durante la Reconquista fue tomada por el rey aragonés Alfonso I el Batallador en 1128. El heredero de Alfonso I, su hermano Ramiro II, optó por ceder a Castilla las tierras correspondientes al señorío de Molina. Posteriormente la zona retornó a manos musulmanas, concretamente almorávides.
Alrededor de 1139, las tierras fueron tomadas de nuevo por Manrique de Lara, y la zona se constituyó en señorío independiente. Por lo que, Manrique de Lara fue el primer señor de Molina, y Molina un señorío independiente de las coronas de
Aragón y Castilla por más de un siglo y medio, teniendo su propio fuero.
En el año 1366 Enrique II de Castilla dona Molina a su lugarteniente Bertrand du Guesclin, pero el
pueblo se rebela y decide ponerse bajo la soberanía de Aragón, culminando el proceso tres años más tarde con la aceptación por parte del rey aragonés. De esta pertenencia proviene el nombre actual de la ciudad, antes conocida como Molina de los Caballeros. En 1375 vuelve a manos castellanas, al ser entregado el señorío en la dote matrimonial de Leonor (infanta de Aragón) en su matrimonio con el infante Juan de Castilla.
Durante la Guerra de Independencia, la resistencia de Molina a las tropas francesas, motivó que estas, en represalia, incendiaran la villa. En reconocimiento, las Cortes le concedieron el título de "Muy Noble y Muy Leal Ciudad".
La economía actual de Molina se centra en el
comercio y en el sector servicios. En el que tiene gran influencia el turismo rural, que es atraído por la
naturaleza, la
historia y patrimonio cultural, tanto de
Molina de Aragón como toda de la comarca del señorío de Molina.
Por su patrimonio arquitectónico, está Declarado Conjunto Histórico
Artístico.
El
río Gallo, afluente del Tajo, atraviesa la localidad.
La altitud del pueblo de Molina de Aragón es de 1161 metros sobre el nivel del
mar. Por lo que durante el
invierno su clima es bastante frío y riguroso.