Usos
Cultivado en estaciones húmedas de agua movida y rica en nutrientes es aprovechado por su rápido crecimiento (bajo líneas de mejora genética detrás); presenta fustes largos y rectos y es plantado en formaciones regulares llamadas choperas, plantíos o plantigos.
Su madera es de buena calidad a pesar de ser una especie de crecimiento rápido: en buenos sitios llega a crecer más de 20 m3/ha/año. Si se ha seguido un buen itinerario selvícola la madera se destina a muebles de baja densidad, puntales y chapa la plana; pero su uso estrella es el de la industria del tablero contrachapado. Si presenta una disminución de calidad notable y no satisface la demanda del contrachapado, se destina a la industria de trituración devaluándose así el precio por métro cúbico. También se puede mencionar el uso de su madera como soporte en la pintura, como por ejemplo en la Mona Lisa.
Son también apreciados como árboles de sombra en parques y paseos.
Son utilizados en el sur de Argentina como cortinas forestales cortavientos.[2]
Uno de los usos más interesantes de los árboles pertenecientes a este género es en fitorremediación, tanto usando directamente la planta como a partir de ella, consiguiendo, mediante biotecnología, replicar su capacidad para acumular xenobióticos en otras especies.[3]
Cultivado en estaciones húmedas de agua movida y rica en nutrientes es aprovechado por su rápido crecimiento (bajo líneas de mejora genética detrás); presenta fustes largos y rectos y es plantado en formaciones regulares llamadas choperas, plantíos o plantigos.
Su madera es de buena calidad a pesar de ser una especie de crecimiento rápido: en buenos sitios llega a crecer más de 20 m3/ha/año. Si se ha seguido un buen itinerario selvícola la madera se destina a muebles de baja densidad, puntales y chapa la plana; pero su uso estrella es el de la industria del tablero contrachapado. Si presenta una disminución de calidad notable y no satisface la demanda del contrachapado, se destina a la industria de trituración devaluándose así el precio por métro cúbico. También se puede mencionar el uso de su madera como soporte en la pintura, como por ejemplo en la Mona Lisa.
Son también apreciados como árboles de sombra en parques y paseos.
Son utilizados en el sur de Argentina como cortinas forestales cortavientos.[2]
Uno de los usos más interesantes de los árboles pertenecientes a este género es en fitorremediación, tanto usando directamente la planta como a partir de ella, consiguiendo, mediante biotecnología, replicar su capacidad para acumular xenobióticos en otras especies.[3]