No recuerdo su nombre, pero su mirada, sus manos rugosas, su caminar entre la nobleza y la servidumbre, me siguen cautivando ahora al contemplar la
foto.
Mujeres de una pieza, auténticas "matriarcas" capaces de hacer de todo: fregar, cocinar, lavar, cavar, planchar, segar, cortar el pelo, poner inyeccciones, arar, ordeñar, pastorear, cortar alfalfa, parir, cuidar los hijos, rezar,
trillar, hacer morcillas, cocer el
pan..
Que Dios os bendiga y que este mundo cruel no os lleve por delante.
Con toda
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