Atendiendo a su elevado construcción, se puede afirmar que debió cumplir no solo labores de culto religioso, sino también de defensa
militar de la Orden de
San Juan de Jerusalén, a la que perteneció la villa desde el siglo XII hasta comienzos del XIX. Aunque el
edificio actual fue reedificado en el siglo XX, conserva elementos góticos correspondientes el XV y el XVI en la cabecera de la
iglesia.
A los pies de la iglesia se alza la
torre campanario. El interior es de una nave de cuatro tramos recorrida por pilastras y cubierta a dos
aguas, con el
coro a los pies que recibe la luz de un
rosetón simple y moderno.