PRADILLA, en las orillas del Gallo, fue creada como aldea del Común en el siglo XII, que fue cedida por el rey de Castilla Sancho IV, cuando sé hizo con el Señorío
molinos, a su caballero principal Vigil de Quiñones. Pasó luego por diversas pertenencias: al arciprestazgo de Molina, al mayorazgo de los
Castillo, Alderete y Malo.