Pues desde luego, después de 30 años de ocupación de
La Vereda, no creo que haya mejorado mucho, ni en conservación de la
arquitectura tradicional ni en mantenimiento de
caminos,
calles,
plazas, eras, etc. Por cierto, parece que molesta que los antiguos vecinos de La Vereda se interesen por lo que se hace en el
pueblo en el que nacieron y que fue expropiado forzosamente.