Situado a 45 km de la capital, tanto si vamos por la N-II y nos desviamos en Torija hacia Brihuega, como si vamos por la N-320 y nos desviamos a la altura de Armuña y subimos río Tajuña arriba.

Pertenece al Ayuntamiento de Brihuega.

PATRIMONIO RELIGIOSO:
- La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción está declarada de interés turístico, construida a finales del siglo XV y en ella predominan los últimos vestigios del arte gótico. Posee dos grandiosas portadas rematadas por arcos conopiales. En el interior predomina la decoración plateresca con notas mudejares. Consta de tres naves con altas columnas cilíndricas en cuyos capiteles figuran talladas figuras de antropomorfos. Notable balaustrada del coro con un notable friso plateresco tallado en madera con numerosos medallones, figuras y grutescos de gran calidad. Es de destacar el retablo de estilo plateresco del s. XVI, procedente de la iglesia románica del s XIII, de Villaescusa de Palositos.
- Ermita de la Soledad construida en el siglo XVII de planta hexagonal, interior compuesto de un ábside de 3 lados y un escudo episcopal en su portada.
- Ermita de la Concepcion construida en el siglo XVIII de planta cuadrangular, con fachada de cantería que realza un escudo episcopal de mármol incrustado bajo un frontecillo. Antiguo Palace Arzobispal de Toledo.
- Ermita del Santo Cristo construida con planta cuadrangular, posee un arco en la puerta de acceso, un cruz tallada de piedra encima de este y alberga el santo que le da nombre.

* PATRIMONIO CIVIL:
- El Molino de Arriba está situado en un precioso paraje cercano a la ermita del Santo Cristo, bajo unas inmensas rocas que cuelgan suspendidas sobre el vacío en lo alto del valle. El antiguo edificio fue rehabilitado y transformado en una residencia particular llena de encanto, que conserva la antigua estructura y el curso del agua del arroyo que hacía mover sus piedras.
- El Molino de Abajo: situado junto al cementerio y la ermita de la Concepción (Siglo XVIII). Todavía pueden observarse parte de las paredes de piedra de un imponente edificio situado al lado del antiguo Lagar (molino utilizado para producir aceite de oliva) y que estuvo en servicio hasta bien entrados los años cincuenta.
- El Lavadero: situado en un paraje donde nace abundante agua, este edificio de amplias dimensiones -rehabilitado hace unos años- alberga bajo su techo dos grandes pilas que en su día dieron servicio a una población que casi llegó a los 1.000 habitantes a finales de los años 50.
- El Cementerio Viejo: imponente construcción en desuso que aún conserva restos de las altas paredes de piedra, y que antiguamente era una aduana. Son detalles de interés las ventanas y el gran arco que daba paso a la estancia principal.

- Las Fuentes: Romancos es tierra de abundantes fuentes y manantiales. La mayoría nacen de forma espontánea al lado de los numerosos caminos de los alrededores. El casco urbano cuenta con la fuente de la Plaza, con su imponente pared de piedra, que posee tres caños de agua abundante y cristalina; con la Fuente Nueva, situada a la entrada del pueblo y remodelada recientemente; y el Chorro, al final de la calle del Coso. En los alrededores contamos con dos fuentes recientemente rehabilitadas.

Fiestas en honor a Nuestra Señora la Virgen de la Asunción: tercer fin de semana de Agosto.

Fiestas en honor a Nuestra Señora la Virgen del Rosario: primer Domingo de Octubre y Sábado anterior.

Fiesta de Carnavales: Febrero.

Fiesta de Hallowen: 1 Noviembre.

Fiesta del Mayo.

Matanza: Cada año durante el puente de la Constitución los romanqueños matamos un cerdo y luego nos lo comemos.

En el año 1903, D. Juan Catalina García, académico de número, escribió lo siguiente sobre ROMANCOS:

.... Considerando la estructura del nombre de esta Villa de la que
escribo, presúmese que es de origen romano, como debió serlo la de Romanones, no muy lejana a Romancos. Está por trazar, y lo estará mucho tiempo por la falta de datos positivos, el esquema de los caminos romanos de la provincia, y acaso cuando se trace aparece alguno de ellos que, subiendo por la orilla de Tajuña, tan próximos a dichos pueblos, justifique indirectamente dicha presunción, ya que hasta ahora no existe resto de vía ni de monumento que lo autoricen.

En una escritura que dio en 1221 el arzobispo D. Rodrigo para extinguir las querellas que surgieron entre él y el concejo de Hita sobre propiedad del monte que había entre Archilla, Valdesaz y Caspueñas, semencionan unos sitios que estaban ~cita stratam maioren versus vallem de fitaet versus Romaneos et versus Archellam et versus Turviesch~, y quizá ese camino principal era el mismo que hubiesen abierto los romanos para discurrir por aquella comarca, conservandose al través de los siglos, como tantos otros pueblos se han conservado.
Mas la disposición de dichos pueblos al Otro lado de aquella vía ("cita stratam maiorem) hace entender que no iba por la orilla del Tajuña, si no por las alturas de su banda derecha.

Cuando Felipe II, apartó de la dignidad arzobispal varias villas y lugares para incorporarlos en la corona y venderlas luego a particulares, todo con consentimiento del Papa, tocó
la misma segregación a Romancos, que ya era villa; el rey hizo villa a Romancos en 1564, previo consentimiento diocesano, con la condición inmemorial de un tributo consistente en doce gallinas, doce orzas de miel y sesenta reales, el concejo se negaba a pagarlo en los dos últimos años, por lo que pedía que se reconociese este derecho.

Lo que llena gran parte de la historia de Romancos son sus diferenciascon el municipio de Brihuega sobre el aprovechamiento de tres despoblados que hubo en su término, confundido en algunas partes con el de la segunda villa. Los despoblados. cuyos restos casi borró el tiempo de la superficie de la tierra, eran lo de Valdelacueva, Valdehita y Montemayor.
Fueron interminables y Costosos los pleitos que entre ambas villas hubo desde el siglo XVI, y asombra la tenacidad con que las mantuvieron, anulando hasta las últimas sentencias de apelación por toda clase de medios.

Cualquiera que sea la representación etimológica del nombre de Romancos, y aunque sin renunciar a que esa significación lleve el origen del pueblo a la época romana, no hay prueba histórica ni monumental de ningua especie que acredite ese origen.

En 1772, labrando piedra un cantero en los peñascales que hay frente al pueblo ~Encima de la Peña~, halló una sepultura con un cadáver debajo de una losa de gran tamaño que causó extraordinario asombro.
Pocos años después, sacando toba unos vecinos en otro peñasco -Fuente de la Gotera- que hay más abajo del pueblo, hallaron un nicho en forma de ataúd, y en él, además de huesos y tres calaveras humanas, tres agujeros o taladros a manera de respiraderos.

Actualmente cuenta con dos casas rurales: la Noguera de Socasa y Los Autillos, asi como con numerosas viviendas unifamiliares que se pueden alquilar en fines de semana y en verano.