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Sábado, 31 de enero de 2009
Hola a todos y a todas. Aunque estoy un poco retirado me parece que me estoy acercando al pueblo por el altillo de la poza.
La poza, si la poza donde lavaban las mujeres la ropa de toda la familia. Allí se juntaban la mayoría de las mujeres a lavar la ropa. Y digo bien la mayoría, porque las mas valientes, o quizás las mas jóvenes se aventuraban a ir a la cañada, mas o menos donde nace el agua que suministra a el pueblo, ignoro el porque pero supongo que allí el agua seria mas clara o quizás porque corría mas el arroyo, lo cierto es que allí también iban las mujeres a lavar. Que tiempos aquellos, que lejos han quedado y nos parece que fue ayer.
Hoy ya casi nadie lava a mano, ni se fregan casi los platos a mano, ni se siega a mano ni…
Hoy hay máquinas para todo. Y es que las ciencias adelantan que es una barbaridad.
En la poza solíamos bañarnos en verano a las horas del medio día para quitarnos el polvo del trillo. Como nadie teníamos bañador lo hacíamos apelota viva.
Recuerdo que nos decían los mayores que el polvo del trillo iba muy bien para curar los sabañones.
Que tiempos aquellos, cuanta armonía había en el pueblo y como ha cambiado la cosa.
Pero si hemos llegado hasta aquí, entre todos hemos de luchar para seguir mejorando.
Salud
J. Redondo
Hola a todos y a todas. Aunque estoy un poco retirado me parece que me estoy acercando al pueblo por el altillo de la poza.
La poza, si la poza donde lavaban las mujeres la ropa de toda la familia. Allí se juntaban la mayoría de las mujeres a lavar la ropa. Y digo bien la mayoría, porque las mas valientes, o quizás las mas jóvenes se aventuraban a ir a la cañada, mas o menos donde nace el agua que suministra a el pueblo, ignoro el porque pero supongo que allí el agua seria mas clara o quizás porque corría mas el arroyo, lo cierto es que allí también iban las mujeres a lavar. Que tiempos aquellos, que lejos han quedado y nos parece que fue ayer.
Hoy ya casi nadie lava a mano, ni se fregan casi los platos a mano, ni se siega a mano ni…
Hoy hay máquinas para todo. Y es que las ciencias adelantan que es una barbaridad.
En la poza solíamos bañarnos en verano a las horas del medio día para quitarnos el polvo del trillo. Como nadie teníamos bañador lo hacíamos apelota viva.
Recuerdo que nos decían los mayores que el polvo del trillo iba muy bien para curar los sabañones.
Que tiempos aquellos, cuanta armonía había en el pueblo y como ha cambiado la cosa.
Pero si hemos llegado hasta aquí, entre todos hemos de luchar para seguir mejorando.
Salud
J. Redondo