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ROMANILLOS DE ATIENZA: MARCHANDO UNA DE SUEGRAS...

MARCHANDO UNA DE SUEGRAS

Estaba la rana sentada a la orilla del agua
¡Cuando la rana se puso a cantar!
Vino la mosca y la hizo callar.
La mosca a la rana que estaba sentada a la orilla del agua.
Cuando la moca se puso a cantar
Vino la araña y la hizo callar.
La araña a la mosca, la mosca a la rana y la rana sentada cantando a la orilla del agua.
Cuando la araña se puso a cantar vino el ratón y la hizo callar
El ratón a la araña, la araña a la mosca, la mosca a la rana que estaba sentada cantando debajo del agua.
Cuando el ratón se puso a cantar vino el gato y le hizo callar.
El gato al ratón, el ratón a la araña, la araña a la mosca la mosca a la rana que estaba sentada cantando a la orilla del agua.
Cuando el gato se puso a cantar vino el perro y le hizo callar.
El perro al gato, el gato al ratón, el ratón a la araña, la araña a la mosca, la mosca a la rana que estaba sentada cantando a la orilla del agua.
Cuando el perro se puso a cantar vino el hombre y le hizo callar
El hombre al perro, el perro al gato, el gato al ratón, el ratón a la araña, la araña a la mosca la mosca a la rana que estaba sentada cantando debajo del agua.
Cuando el hombre se puso a cantar vino la suegra y le hizo callar.
La suegra al hombre, el hombre al perro, el perro al gato, el gato al ratón, el ratón a la araña, la araña a la mosca, la mosca a la rana que estaba sentada cantando a la orilla del agua.
Cuando la suegra se puso a cantar.
NI EL MISMO DIABLO LA HIZO CALLAR

Dice uno:
Me hacen gracia los que hablan mal de las suegras. Yo me llevo muy bien con la mía.
¿Y vive contigo?
NO. Que va vive en Ejipto