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Transcribo una consideraciones que Francisco Moreno en su libro "Caminos de Sigüenza y Atienza" hace de los habitantes de esta zona.
"EL HOMBRE. Es el ser humano que nace, crece, vive, trabaja y muere en estas escondidas tierras, de las cuales más que auténtico señor es su verdadero esclavo, por el derroche de esfuerzo que ha de prodigar para ir solamente defendiéndose, tanto en la agricultura como en la ganadería. Este ser hummano es un IBERO de raza.
Eminentes científicos afirman que el núcleo primitivo de aquí estuvo formado por familias IBERAS procedentes del grupo beréber. Para otros investigadores los iberos formaban un pueblo errante y guerrero, originario de las tierras existente entre el Ararat y el Cáucaso, que llegó a la península cruzando el Danubio y el Grave, norte de Italia, cuenca del Ródano y montes Pirineos.
Son posibles y aceptables las dos procedencias, fechadas quince siglos antes de Jesucristo para unos etnólogos, doce para otros, y hasta sólo siete para algunos.
Los escritores antiguos, al enumerar las cualidades morales del ibero, ponen el agradecimiento, la fidelidad y la nobleza con sus amigos y aliados, a pesar de no ser siempre bien correspondidos, como ocurrió repetidamente con los romanos. También era el ibero muy valiente (Tito Livio), hospitalario, generoso, arrogante, sumiso al jefe, celoso defensor de su independencia, respetuoso con los ancianos y con los dioses, austero, de carácter más bien nervioso y seco.
Como defectos del ibero en aquellos viejísimos tiempos suelen señalarse la tendencia a ser cruel, la resistencia para aceptar cualquier cultura forastera, y la intolerancia.
A través de los Pirineos y en sucesivas oleadas vinieron los CELTAS que fueron sin embargo absorbidos físicamente por los iberos mucho más numerosos.
Del CELTÍBERO se habló por primera vez en el siglo III, y de sus tribus, los llamados pelendones, ocuparon las comarcas de Soria y Numancia, y los AREVACOS, LAS DE ATIENZA Y SIGÚENZA. Celtiberia se llamó a la zona montañosa, comprendida entre la alta cuenca del Duero y las de los ríos Jalón y Jiloca.
Teniendo en cuenta estos datos y el hecho de que estos pueblecitos, especialmente algunos, han vivido durante siglos y siglos en lugares de acceso difícil y a distancia de las tierras fértiles y puntos estratégicos, donde los invasores solían, con preferencia, instalar sus residencias, no es difícil deducir cómo fueron y cómo son en general los nativos de estas tierras"
El escritor D. Francisco Moreno Chicharro, creo que en algún lugar del libro dice: "me nacieron en Hijes" por lo que es buen conocedor de la zona. La primera edición se hizo en 1974.
"EL HOMBRE. Es el ser humano que nace, crece, vive, trabaja y muere en estas escondidas tierras, de las cuales más que auténtico señor es su verdadero esclavo, por el derroche de esfuerzo que ha de prodigar para ir solamente defendiéndose, tanto en la agricultura como en la ganadería. Este ser hummano es un IBERO de raza.
Eminentes científicos afirman que el núcleo primitivo de aquí estuvo formado por familias IBERAS procedentes del grupo beréber. Para otros investigadores los iberos formaban un pueblo errante y guerrero, originario de las tierras existente entre el Ararat y el Cáucaso, que llegó a la península cruzando el Danubio y el Grave, norte de Italia, cuenca del Ródano y montes Pirineos.
Son posibles y aceptables las dos procedencias, fechadas quince siglos antes de Jesucristo para unos etnólogos, doce para otros, y hasta sólo siete para algunos.
Los escritores antiguos, al enumerar las cualidades morales del ibero, ponen el agradecimiento, la fidelidad y la nobleza con sus amigos y aliados, a pesar de no ser siempre bien correspondidos, como ocurrió repetidamente con los romanos. También era el ibero muy valiente (Tito Livio), hospitalario, generoso, arrogante, sumiso al jefe, celoso defensor de su independencia, respetuoso con los ancianos y con los dioses, austero, de carácter más bien nervioso y seco.
Como defectos del ibero en aquellos viejísimos tiempos suelen señalarse la tendencia a ser cruel, la resistencia para aceptar cualquier cultura forastera, y la intolerancia.
A través de los Pirineos y en sucesivas oleadas vinieron los CELTAS que fueron sin embargo absorbidos físicamente por los iberos mucho más numerosos.
Del CELTÍBERO se habló por primera vez en el siglo III, y de sus tribus, los llamados pelendones, ocuparon las comarcas de Soria y Numancia, y los AREVACOS, LAS DE ATIENZA Y SIGÚENZA. Celtiberia se llamó a la zona montañosa, comprendida entre la alta cuenca del Duero y las de los ríos Jalón y Jiloca.
Teniendo en cuenta estos datos y el hecho de que estos pueblecitos, especialmente algunos, han vivido durante siglos y siglos en lugares de acceso difícil y a distancia de las tierras fértiles y puntos estratégicos, donde los invasores solían, con preferencia, instalar sus residencias, no es difícil deducir cómo fueron y cómo son en general los nativos de estas tierras"
El escritor D. Francisco Moreno Chicharro, creo que en algún lugar del libro dice: "me nacieron en Hijes" por lo que es buen conocedor de la zona. La primera edición se hizo en 1974.