Sólo tengo ganas de llorar desde que os quedasteís ahí, ya no lloro por la maravilla del paisaje, cualquiera que haya andado por ellos no olvidará el olor y la imagen de esos montes aromáticos (tomillos, enebros, robles, arces, jaras, pinos, lavanda, etc, etc.), tampoco el sonido del aire y de los animales; pero lloro por vosotros, AVISISAMOS, SENTIMOS IMPOTENCIA Y LUEGO INDIGNACIóN, si se pudo apagar después (todo pinares) debería haber sido antes, algún día os mandaré fotos en vuestro honor para que todos sepan que intentabais salvar además de a nosotros. Muchas gracias, nunca os olvidaremos.