Comunicada con la
Plaza de la Villa por una estrecha callejuela que lleva el nombre del poeta José María Alonso Gamo. En un reducido espacio, aprovechando el
ábside rectangular de la
iglesia, se concentran un buen número de viviendas que mantienen una estructura arquitectónica uniforme con
columnas de
piedra y madera que sostienen los
soportales castellanos.