Algunos compañeros del lobo se han vuelto perezosos, y se aburren ya de las cacerías. Están un poco hartos de encontrarse siempre a los mismos lobos cazando una y otra vez en el mismo territorio. Y saben que allí no hay caza, pero son tercos e insisten. Así que este lobo, de momento, desiste.
Adios.
Adios.