Los cerezos son frutales muy agradecidos. De tal forma que a poco que los cuidemos, nos ofrecen tres aspectos muy interesantes: -En primavera su abundante floración es un deleite romántico para la vista. -En verano nos obsequian con esas deliciosas cerezas. -Y en otoño, aunque algo tristes, vuelven a vestirse de amarillo y rojo, (muy nacionales).