Es muy tradicional
comer las patatas guisadas y enriquecidas con picadillo de huevo y bonito, con motivo de la festividad de la 'mujer' por excelencia:
Santa Águeda. El día 5 de febrero, cada año, y desde tiempos perdidos en la memoria, se celebra esta
comida comunitaria, cuyos ingredientes han sido previamente donados por los vecinos.