Teníamos en
Valdeavellano una serie de
árboles-icono, que por desgracia han ido desapareciendo: la 'carrasca del vínculo', el 'olmo de la
plaza', la 'noguera de la sastra', etc. Y por suerte aún se pueden encontrar algunas encinas centenarias como la de la imagen: la de 'la
fuente del tío Juan' que, desafiando la gravedad, sobre una gran
piedra mantiene erguida su enorme copa.